sábado, 12 de febrero de 2011
HAGASE TU VOLUNTAD
Venga tu reino. Hágase tu voluntad,
Como en el cielo, así también en la tierra.
Mateo 6:10
Jesús está enseñando a orar a sus discípulos, esta oración es un ruego en el que se le pide, que él sea nuestro único rey. Que todos los que viven en la tierra le obedezcan, como le obedecen los que están en el cielo.
Cuantas veces has repetido estas palabras: “hágase tu voluntad” nos la enseñaron nuestros padres, o en la clase de religión, la has escuchado de un maestro, un familiar, o tal vez la has leído en la biblia, de alguna manera estas frases se ha vuelto familiar y cotidianas.
La voluntad de Dios es agradable y perfecta, siempre quiere el bien para los suyos, de la manera que un buen padre de familia quiere y se preocupa por darle lo mejor a sus hijos, así lo hace Dios con nosotros, pero en muchas ocasiones aunque el padre se esfuerce por dar lo mejor, el hijo no corresponde al buen deseo de su padre. Aunque nuestra sociedad ha cambiado, y en muchos casos es la voluntad de los hijos la que domina sobre la voluntad de los padres, de igual manera hoy muchos queremos que Dios haga nuestra voluntad, y no que hagamos nosotros la voluntad de Dios.
Consecuencias de vivir fuera de la voluntad de Dios, poco a poco nuestro mundo ha ido cambiando y ya no se dice: haga se tu voluntad, si no que se dice: hágase mi voluntad, ya no es lo que agrada a Dios, si no lo que me agrada a mí, primando de este modo la voluntad humana, sobre la voluntad Divina, la voluntad de Dios es que perdonemos, pero la voluntad humana dice no perdonemos, la voluntad de Dios es el respeto por la vida, en la voluntad humana se pierde el respeto por la vida, se cambia el amor en odio, la verdad en mentira, lo bueno por malo, etc.
Es por eso que en nuestro entorno se refleja ausencia de la voluntad de Dios dando como resultado hogares destruidos, violencia intrafamiliar, muertes, abandono, nuestros niños y jóvenes están siendo atrapados por las garras de la drogadicción, prostitución, alcoholismo, convirtiéndose de este modo en esclavos del pecado. ¡La voluntad de Dios es que seas libre del pecado!
Permite que la voluntad de Dios se cumpla en nuestra vida, en el negocio, en nuestras familias, en nuestros estudios, en nuestros planes…
Una pregunta para reflexionar. ¿Cómo sería mi vida si hago la voluntad de Dios?
Haga una oración ahora mismo, Señor Jesús, do hoy en adelante me comprometo a hacer tu voluntad, enséñame a vivir para agradarte, en tu nombre Jesús amen.
Recuerda: “No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal”
Anilio Moreno
Pastor
Febrero 11 de 2011
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