Porque de tal manera amó Dios al mundo, Que ha dado a su Hijo unigénito,
Para que todo aquel que en él cree, No se pierda, mas tenga vida eterna.
San Juan 3:16
El comercio nos ha asignado una fecha en el año llamada amor y amistad, en esta fecha se compran y se dan regalos, se hacen llamadas, se comparten momentos, pero al final el propósito es comercial. Muchos impresionan con lo grande del regalo, o por lo costoso del mismo, otros lo hacen para cubrir una falta. Por lo general cuando damos un regalo esperamos recibir algo a cambio, esto indica que nuestro amor es un amor que espera ser correspondido. El amor es mucho más que una fecha
El amor Agápē (del griego αγάπη) es el amor de Dios para con el hombre, es un amor que se da sin condiciones, demostrando así el constante amor e interés de un ser perfecto (Dios) hacia la raza humana que por la condición de pecado es indignos de este amor, pero el amor de Dios no hace acepción de personas, su amor es para todo la humanidad.
Alguien pudiera morir por el bueno, ayudar a quien le ha hecho bien, amar a quien le ama, pero el amor de Dios es diferente, pablo en romanos 5:8 nos dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” el pecado nos separo de Dios, nos hizo enemigos de él, pero su amor es tan grande que muere por sus enemigos, el muere por quienes no le amaban, murió por nosotros.
No hay amor más grande. Cuando uno ama lo expresa de muchas maneras, con palabras, con una rosa, un poema, siempre lo hacemos para demostrar el amor a esa otra persona, la forma en que Dios nos mostro su amor fue ir a la cruz, una corona de espinas, su costado traspasado por la lanza del soldado romano, su cuerpo lacerado, y su rostro desfigurado, es la demostración del más grande amor que puede existir.
Este ejemplo de amor es la demostración del regalo más grande que alguien puede recibir en su vida, la salvación de su alma. La magnitud de ese amor es tan grande que ama y da el regalo, ama al borracho, y le ofrece la salvación, ama al drogadicto, al adultero, al mentiroso, para darle el regalo de la salvación. No quiere decir que ame el pecado que el hombre hace, pero si ama al hombre para así ofrecerle el regalo de la salvación.
Es posible que hallas sido víctima del desamor, o de la traición al amor, alguien te dijo: “se me acabo el amor” y con él los regalos, la alegría, la risa, la tranquilidad, pero hoy puedes recibir el amor de Dios, y el más grande regalo, la salvación, que trae felicidad, gozo, y vida eterna.
Una pregunta para reflexionar. ¿Quieres experimentar en tu vida un amor sobrenatural?
Haga una oración ahora mismo, señor Jesús, reconozco que he estado mendigando amor por mucho tiempo, hoy quiero experimentar tu amor en mi vida, anhelo recibir el regalo de la salvación, en tu nombre Jesús amen.
Recuerda: “No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal”
Anilio Moreno
Pastor
Septiembre 09 de 2010
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