lunes, 20 de diciembre de 2010
EL GRAN NEGOCIO
También el reino de los cielos es semejante a un mercader
Que busca buenas perlas, que habiendo hallado una
Perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Mateo 13:45 – 46
Existe una complejidad en el ser humano, y es la insatisfacción, se vive insatisfechos con lo que se tiene, el carro, la casa, el empleo, la esposa, el esposo… por eso constantemente se cambia de carro, de casa, de empleo, algunos de esposa o esposo, estos cambios se hacen porque “se halla algo mejor” pero al tener: el novio o la novia el carro, la casa, o el nuevo empleo vuelve la insatisfacción. En esta parábola se enfatiza la búsqueda de algo de gran valor.
Había un hombre insatisfecho con lo que tenía. La insatisfacción lo llevo a buscar, su vida la dedicaba a buscar buenas perlas, al igual que este mercader hay quienes están buscando, un amor, otros están buscando riquezas, algunos están buscando posesiones… pero este mercader buscaba una perla mejor.
Muchos andan buscando la perla de la paz, otros la perla de la felicidad, o la perla de la Riqueza, la del amor, el problema es que buscan en el lugar equivocado, desconociendo que hay una perla preciosa que satisface por completo la necesidad de búsqueda en el hombre. La salvación es más valiosa que los bienes, que el conocimiento, que los deleites, la salvación está solo en Jesucristo.
Este mercader al encontrar la perla mas preciosa tomo la decisión de vender todo lo que tenia porque reconoció el alto valor que ella tenía, se dio cuenta que valía la pena sacrificar todo para obtener esta perla preciosa.
Hoy puedes hacer el gran negocio, que consiste en vender, o en deshacerte de Lo que poses, es renunciar a seguir llevando una vida desordenada por los vicios, por el placer es darle la espalda al pecado, nadie puede ser salvo, si primero no se arrepiente, y le da más valor a la perla preciosa que es la salvación.
Una pregunta para reflexionar. ¿Vale la pena vender todo para obtener la perla preciosa de la salvación?
Haga una oración ahora mismo, Señor Jesús, reconozco que he buscado perlas que no satisfacen mi necesidad espiritual, por tanto renuncio a mi vida de pecado y te recibo como mi salvador, en tu nombre Jesús amen.
Recuerda: “No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal”
Anilio Moreno
Pastor Diciembre 20 de 2010
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